ESTRÉS URBANO

Marco Teórico.

El estrés es una respuesta automática del organismo ante situaciones que exigen mayor esfuerzo de lo ordinario, o en las que puede suceder algo peligroso, nocivo o desagradable. Cada persona tiene una serie de reacciones características ante el estrés, y algunas de las más frecuentes se enumeran en la lista que sigue (Rivera, G. 1990). La respuesta de estrés es una respuesta automática del organismo a cualquier cambio ambiental, externo o interno, mediante la cual se prepara para hacer frente a las posibles demandas que se generan como consecuencia de la nueva situación (Labrador, 1992).
El ambiente negativo, el ruido, hacinamiento, tráfico y problemas de trabajo son algunas de las causas del estrés urbano.. Los casos de estrés ambientales urbanos favorecen los contratiempos en las calles y centros laborales de las grandes ciudades de nuestro país.
Los residentes de las grandes ciudades están expuestos a lo que los especialistas han dado en llamar Síndrome del Estrés Urbano (SEU) o de la ciudad enferma que combina una serie de trastornos físicos, químicos, biológicos, de seguridad y psico-sociales.
Este fenómeno afecta todos los aspectos de la vida cotidiana, desde las relaciones interpersonales hasta la alteración de las funciones digestivas, respiratorias, urinarias, musculares y sexuales.
Desde hace décadas, se observa una constante migración de habitantes de las zonas rurales -también de pequeñas urbes-, a la inmensa geografía de la ciudad con su carga emocional a cuestas y el sufrimiento de pasar de ambiente abierto y diferente a otro con características particulares (Schinder, E. 2003).
Por lo general, el traslado a viviendas colectivas de propiedad horizontal genera un profundo estrés en las personas venidas de zonas rurales con un trasfondo cultural que da por sentado que se vive en el suelo -en contacto con la tierra-, y no en el aire.
Otro de los factores considerados de riesgo para el estrés urbano, y que no se tienen en cuenta en los análisis de salud, es el compuesto por los servicios de transportes, en los que los habitantes de la ciudad invierten muchas horas de su vida.
Todos estos factores se abaten sobre el habitante de la ciudad y además de provocar problemas de salud (Schinder, E. 2003).
Los síntomas derivados de estos factores son: Irritabilidad, ansiedad, alteraciones del humor, nerviosismo, problemas en las percepciones olfativas, auditivas y visuales, y en la atención, influyen sobre el sistema nervioso y la gran cantidad de contaminantes atmosféricos, afectan la piel.
El ruido y su efecto negativo sobre el flujo sanguíneo; la "comida basura" -mal higienizada y poco nutritiva-, con su alta incidencia en úlceras y gastritis; el exceso de partículas y químicos que agreden las vías respiratorias y la presencia de residuos de plaguicidas con acción hormonal que afectarían las tiroideas, son otros de los síntomas del SEU (Schinder, E. 2003).

Bibliografía.

  • Rivera, G. (1990). El índice de Reactividad al Estrés. Centro de Investigación
    Psicosomática. Madrid.
  • Labrador FJ, Crespo M, Cruzado JA y Vallejo MA. (1995). Evaluación y tratamiento de los problemas de estrés. En J.M. Buceta y A.M. Bueno (Eds.), Psicología y salud: Control del estrés y trastornos asociados; (pp. 75-127). Madrid: Dykinson.
  • Schinder, E. (2003). Impacto ambiental y su repercusión en la salud. CICLO DE CONFERENCIAS de la Facultad de Medicina 2003. Argentina.

http://www.youtube.com/watch?v=eypweB2Gr7k

ESTRÉS: La Patología Moderna





Según la Organización Mundial de la Salud, es la epidemia del siglo XXI…



Según un estudio del Ministerio de Salud, en Chile una de cada cuatro personas se siente en un estado permanente de estrés, siendo esta patología más elevada en las mujeres: más del 13% se siente estresada "siempre". Esto afecta la calidad de vida y salud no solamente del individuo, sino de todo su entorno (familiar, social y laboral).

En el caso del trabajo, el estrés tiene un impacto tanto en el ambiente laboral como en la productividad de una empresa. Según cálculos internacionales, cada persona que sufre de estrés representa un costo directo e indirecto -en ausentismo, gastos médicos, pérdida de tiempo y errores profesionales- de US$ 2 mil anuales; y se estima que esta dolencia es responsable de hasta el 40% del ausentismo en el trabajo, pudiendo reducir el desempeño de los empleados en un 70%. En nuestro país, en tanto, el 30% de las licencias médicas se debe a estrés laboral.

La doctora Andrea Chávez, neuróloga del Centro Clínico del Stress y el Dolor, explica que "el estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban el equilibrio emocional de la persona", siendo el resultado de este proceso el deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente.

Advierte que puede afectar a sujetos de todas las edades y causar problemas de salud o empeorarlos. Por eso es tan importante aprender a manejarlo adecuadamente, y consultar a su médico si se siente estresado. Porque si bien en los tiempos modernos esta patología pareciera ser un aspecto "ineludible" de la vida, existen técnicas y programas especiales antiestrés que ayudan a que las personas aprendan a vivir en paz.

Para reconocer si sufres de estrés, pon atención a las siguientes señales: tensión en el cuello, dolor en la espalda, fatiga, cansancio, decepción, problemas en sus relaciones con los demás, insomnio o ansiedad.

Para terminar con todos los males que aquejan a las personas por el estrés se creó el Centro Clínico del Stress y el Dolor, donde un equipo de profesionales especializados ofrece programas antiestrés diseñados para cada persona. Es relevante considerar que como las causas del estrés son distintas en cada persona, el tratamiento debe ser personalizado.